Testimonio de Reginald Spikin

En febrero de 2025, a los 87 años, Reginald Spikin Barros sufrió un accidente cerebrovascular (ACV) en Villarrica. Su familia actuó de inmediato y lo trasladó a urgencias, desde donde fue derivado a un centro de mayor complejidad en Temuco para recibir tratamiento.

Gracias a la atención oportuna, logró estabilizarse, pero las secuelas fueron severas: perdió la movilidad de todo el lado derecho de su cuerpo, desde el cuello hacia abajo.

En busca de una rehabilitación efectiva y rápida, su médico de cabecera y su kinesiólogo recomendaron el Método TRAINFES.

“Nos recomendaron que para el tema de mi papá, y la pérdida de movilidad, era muy importante estimularlo, y que este sistema funcionaba muy bien para lograr una mejora más rápida que con lo tradicional”, recuerda Katherine, una de sus cuatro hijas, quien lo ha acompañado durante todo el proceso.

Comenzando la rehabilitación con el Método TRAINFES

Reginald inició un programa intensivo de tres meses, enfocado en recuperar los movimientos de su pierna y mano. Tenía un objetivo muy claro: volver a hacer lo que más le gusta. Ingeniero Mecánico de profesión, siempre ha tenido como pasión trabajar en su taller, y no quería que la discapacidad adquirida lo limitara en esa faceta de su vida.

Con constancia y apoyo, pronto comenzó a notar cambios significativos: “Yo encuentro que ha sido fantástico, porque de no poder mover el pie, y tener un pie de lana, decía yo, que se me movía para todos lados, ahora la puedo manejar”, cuenta Reginald con entusiasmo.



Entrenando también en casa

Además de sus sesiones en el centro, Reginald continuó entrenando diariamente en casa con la ayuda de la tecnología y la aplicación del Método TRAINFES.

“El sistema del Método TRAINFES es increíble, porque en el celular ves donde tienes que ponerte los parches, que es lo que tienes que hacer, cuanto tiempo tienes que hacer y como te fue”, explica.

Esa combinación de rehabilitación guiada y entrenamiento autónomo en casa fue clave para su progreso.

Volviendo al taller

Al cabo de tres meses, Reginald completó su proceso de rehabilitación inicial. Hoy ha vuelto a su taller, retomando poco a poco sus actividades. Comenzó con manualidades, entre ellas un corazón de madera que regaló a su kinesióloga, Katherine Escobedo, como muestra de gratitud.

Reginald y su familia decidieron compartir su historia para inspirar a otras personas que, como él, enfrentan un proceso de rehabilitación después de un ACV.